viernes, 29 de octubre de 2010

Sentir...

Con tu mirada clavada en mis labios, te acercas muy     len ta men te     .
Posas tu mano sobre mi nuca, una caricia...
Ni siquiera rozas mis labios, pero es suficiente para producirme el escalofrío.
¡Qué amarga miel!
En ese instante tu aliento es mi oxígeno.

Subitamente los labios se tocan, tan despacio que el tiempo parece detenerse.
Te veo a cámara lenta, nos observo desde lo alto y pienso... 
Que esto...es  lo más bello de este mundo.


2 comentarios: