Como citó una vez una buena amiga:
"Porque al final siempre nos hacemos la misma pregunta…¿y si?"
¿Y si lo hubiese hecho? ¿y si no lo hubiese hecho? ¿y si no te hubiese mirado de esa forma?
¿y si no hubiese respondido? ¿y si después me arrepiento? ¿y si no me arrepiento?
¿y si pudiese retroceder en el tiempo? ¿y si lo digo en alto? ¿y si te lo digo, sólo a ti?
¿y si paro de hacerme preguntas y actúo de una dichosa vez?
Porque tienes razón N, es agotador, al fin y al cabo siempre es la misma pregunta.
.
Bueno, en mi opinión esa es una trampa del racionalismo, a veces tener una mente hiperactiva convidado con una actitud negativista es casi que un coktail molotov. Como decían los compativilistas la libertad es sólo la capacidad para
ResponderEliminarelegir y actuar de la forma deseada dado como
somos. Somos libres de elegir entre las opciones que
percibimos como posibles.
Estás hecho todo un filósofo, pero no puedo estar más en consonancia contigo. Pero la gran cuestión y el gran interrogante al que no sometemos a diario no es el elegir, sino "qué" elegir. ¿Estaremos obrando bien?, ¿será la opción correcta?. Nunca lo sabremos, al menos no de antemano, para vivir hay que arriesgar.
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