domingo, 17 de octubre de 2010

Subconsciente

Aquí me hallo como algo perecedero.
Como en la tela de araña de un inmenso atrapasueños,
colgando de un hilo, sosteniendo miles de utopías ajenas.
Ajenas y no tan ajenas.
Dentro de este mundo todo es una quimera, una fantasía.
Todo es posible aquí. Pero también todo sucumbe en un instante.

Sólo, solamente basta con un simple tintineo.
El dulce tintineo del prístino púrpura que se desliza entre un pequeño resquicio. Basta con eso.

Satisface saber la irrealidad. A veces, sólo a veces.

Realmente se está tan bien allí… A veces, sólo a veces.
Pero esas veces…

¿Qué sucede cuando tu mundo no está a la altura, cuando no es suficiente?


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